Misiones logró un equilibrio difícil de alcanzar: alivio fiscal para que las empresas continúen produciendo y generando empleo, sin sacrificar los servicios de calidad que caracterizan a esta gestión. Lejos de excusas o improvisaciones, un equipo de gobierno comprometido trabaja minuciosamente para eliminar trabas burocráticas y reducir costos operativos, construyendo un Estado ágil y suficiente que impulsa el desarrollo económico sin perder contención social.

Este enfoque integral refleja la comprensión de que la sostenibilidad económica debe ir acompañada de una gestión cercana.
Esto cobra especial relevancia si se observa el contexto nacional: la Argentina atraviesa una profunda recesión, con caída del consumo y cierre de PyMES. Además, un ajuste fiscal que, en muchas provincias, se traduce en desinversión y pérdida de capacidad estatal. Frente a ese panorama, la Tierra Colorada parece ir a contramano: mantiene orden fiscal sin motosierra, y aplica alivio tributario sin desfinanciar servicios esenciales.
En ese sentido, la medida más relevante es la reducción de la retención del impuesto a los Ingresos Brutos para compras realizadas a proveedores de fuera de la provincia, que baja al 1,5%, junto con la creación de un padrón de 800 contribuyentes locales que estarán exentos de esta retención. Esto significa que las empresas que adquieren insumos o productos desde otras provincias ya no tendrán esa retención automática al ingresar la mercadería a Misiones, lo cual les permitirá tener más liquidez y agilizar operaciones, beneficiando también al consumidor con precios más competitivos.
Otra iniciativa muy esperada por los comerciantes es la eliminación de la retención automática del impuesto a los Ingresos Brutos sobre los pagos realizados con billeteras digitales o códigos QR. Hasta ahora, ese impuesto se descontaba en el acto. Ahora, se pagará como parte del cierre fiscal habitual, sin descuentos automáticos, facilitando así la adopción tecnológica y evitando sobreprecios.
A estas medidas se suman otras ya implementadas, como la eliminación de tasas administrativas obligatorias para operar dentro de la Agencia Tributaria de Misiones (ATM), que agilizan trámites y reducen costos, beneficiando sectores como el automotor.
Esta política de acompañamiento no busca eliminar la función del Estado, sino reorientarla de manera estratégica. Como advertía el economista alemán Friedrich List, la industria dejada a su suerte está condenada al fracaso, y un país que abandona el control y la intervención necesaria se autoelimina. En ese sentido, el alivio fiscal en Misiones es una manera inteligente de promover la actividad productiva sin desproteger el equilibrio de las cuentas públicas.

Políticas que construyen comunidad
Pero el modelo misionero no se agota en la cuestión económica. En paralelo, el gobernador Hugo Passalacqua encabezó en San Antonio y Comandante Andresito un nuevo acto de entrega de títulos de propiedad en el marco del programa provincial “Mi Título”, que ya benefició a más de 25 mil familias. No se trata solo de regularizar papeles: es brindar seguridad jurídica, esperanza y un sentido de pertenencia. En palabras del gobernador Passalacqua, la tierra es un “lugar en el mundo donde las familias puedan soñar y tener esperanza”.
Esta política no solo reconoce un derecho individual, sino que incorpora la propiedad dentro de un compromiso colectivo. En línea con la teoría de la función social de la propiedad, desarrollada por el jurista Léon Duguit, la propiedad no es un derecho absoluto sino una función social que implica obligaciones hacia la comunidad y el bien común. De este modo, “Mi Título” contribuye a consolidar una comunidad más integrada y solidaria.
Esta visión integral del desarrollo –económico y humano a la vez– también se refleja en el liderazgo de figuras como Oscar Herrera Ahuad, actual presidente de la Cámara de Representantes y candidato a diputado nacional por el Frente Renovador Neo. Su estilo de cercanía y su presencia en el territorio le han permitido construir una legitimidad sólida que trasciende lo institucional. Su visita reciente al Instituto Misionero del Cáncer, acompañando a una paciente que finalizó su tratamiento, fue un acto simbólico que reafirma el compromiso con la salud pública como política de Estado.
En la misma línea, su defensa activa de recursos clave como el financiamiento al Hospital Garrahan refuerza esa vocación de cuidado por lo público. El exgobernador no solo representa continuidad en términos de gestión, sino también una capacidad política para generar consensos y sostener una agenda sensible a las prioridades de la sociedad misionera. Su vínculo genuino con la ciudadanía lo consolida como una figura central en el escenario político provincial.
Por último, incluso voces fuera del ámbito político, como la del obispo de Posadas Juan Rubén Martínez, coinciden en la necesidad de un modelo con rostro humano. El religioso advierte que un proyecto político solo puede ser exitoso si incluye a la gente y respeta su dignidad, principio que guía las políticas provinciales y las aleja de una mera lógica de variables macroeconómicas. Así, Misiones construye un modelo que combina responsabilidad fiscal con sensibilidad social, desarrollo económico con integración comunitaria, en búsqueda de un futuro más justo y estable para sus habitantes.
Por Fernando Retamozo. Politólogo y Periodista.
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