Por Fernando Retamozo. Politólogo y Periodista.
Mientras gran parte del país navega en la incertidumbre económica, Misiones avanza con una lógica clara y coherente, que articula desarrollo económico, gestión territorial y estabilidad institucional. Con indicadores concretos de dinamismo y políticas públicas activas, la provincia consolida un modelo que combina promoción del consumo con equilibrio fiscal, presencia estatal con protagonismo del sector privado, y liderazgo político con planificación de largo plazo. No es solo una etiqueta: el “modelo Misiones” cobra fuerza, y las cifras, las acciones y el respaldo transversal lo confirman.

La economía real ofrece señales sólidas. En junio, los patentamientos de autos en Posadas crecieron un 130% interanual. Sumando motos y vehículos usados, el dato es aún más contundente. En el primer semestre de 2025, la capital misionera registró un aumento del 64,8% en patentamientos respecto al mismo período del año anterior. En un país donde el consumo se enfría y muchos comercios bajan la persiana, en Misiones se expanden los negocios, se fortalecen los emprendimientos y crece la confianza del consumidor. El dato no es aislado, sino producto de un esquema diseñado para sostener la actividad económica en todos los niveles.
Uno de los pilares de ese esquema es la batería de programas “Ahora”, como “Ahora Patentamiento” y “Ahora Pyme”. Lejos de ser iniciativas aisladas, estas herramientas tienen un impacto directo en la economía cotidiana y han sido elogiadas por comerciantes, pymes y referentes del sector privado. El programa “Ahora Patentamiento”, por ejemplo, ofrece reintegros de hasta 900 mil pesos por la compra de vehículos nuevos, lo que impulsa de forma directa los patentamientos tanto de autos como de motos y usados. Por su parte, “Ahora Pyme” permite a empresas misioneras comprar insumos entre sí en 12 cuotas sin interés, fomentando el abastecimiento interno, la producción local y una mayor autonomía comercial.
Estas políticas permiten vender, comprar, financiarse y sostener márgenes en un contexto complejo. Como plantea Amartya Sen —economista indio, Premio Nobel y creador del enfoque de las “capacidades”— el desarrollo no se mide solo por el crecimiento del PBI, sino por la ampliación de oportunidades reales para las personas. Misiones traduce esta idea en políticas públicas accesibles, que fortalecen la economía local y protegen el poder adquisitivo, generando un círculo virtuoso donde el dinero se queda y se multiplica en la provincia.
Política con cohesión, territorio con protagonismo

En un país que busca referencias claras, la política misionera ofrece señales de cohesión y estrategia. La reciente reunión entre el gobernador Hugo Passalacqua y las intendentas e intendentes de los 78 municipios no fue un acto protocolar, sino una expresión de unidad y liderazgo territorial. “Los jefes comunales son la piedra basal del Misionerismo”, dijo Passalacqua, y la frase encierra algo más que reconocimiento: expresa una forma de hacer política desde abajo hacia arriba, con anclaje territorial, escucha y gestión.
En ese mismo sentido, la candidatura a diputado nacional de Oscar Herrera Ahuad fue recibida con entusiasmo y consenso dentro del oficialismo provincial. Médico, exgobernador y figura clave durante la pandemia, Herrera Ahuad representa experiencia, empatía y solvencia en un escenario nacional que demanda voces con legitimidad. En El Príncipe, Maquiavelo afirmaba que un líder no solo debe adaptarse al contexto, sino anticiparse con virtud (virtù) y decisión. Misiones aplica esa lógica con naturalidad: gobierna con planificación, construye poder en base al consenso territorial y proyecta una representación firme a nivel nacional.
El turismo y la cultura también son motores económicos. Eventos como el Malbec de la Selva, el rally misionero y la activa participación de emprendedores en ferias nacionales como “Caminos y Sabores” muestran que Misiones entiende al turismo no solo como descanso, sino como política de desarrollo. El economista estadounidense Paul Krugman ha destacado en distintos trabajos que el turismo es una industria multiplicadora, que activa sectores como el transporte, el comercio, la gastronomía, la hotelería y los servicios locales.
Por supuesto, la provincia no está exenta de los desafíos que impone la macroeconomía nacional: brecha cambiaria, aumento de costos e insumos dolarizados afectan a sectores productivos y exportadores. Sin embargo, el acompañamiento sostenido a pequeños y medianos productores, comerciantes de barrio y economías regionales permite amortiguar el impacto. El modelo misionero no pretende esquivar la realidad nacional, pero sí la enfrenta con herramientas propias, evitando la parálisis o el ajuste sin rumbo.
En definitiva, mientras buena parte del país busca salidas, Misiones muestra que un camino es posible: con un Estado eficiente, políticas activas, consenso político y ciudadanía comprometida. No hay promesas mágicas ni soluciones de laboratorio. Hay gestión, planificación y confianza en el potencial propio. Esa combinación —más que un eslogan— es lo que hoy hace del modelo misionero un ejemplo que vale la pena mirar con atención.
Deja una respuesta