La economía argentina experimenta una reactivación más acelerada en el cuarto trimestre, marcando el fin de la recesión. Se espera que la caída del Producto Interno Bruto (PIB) se ubique por debajo del 2,5%, superando las proyecciones iniciales. Este repunte se atribuye a la desaceleración de la inflación y a la mejora en los salarios, impulsando la demanda interna y sectores clave como agro, minería y energía.

Los sectores agropecuario, minero y energético lideran la recuperación económica, mientras que la construcción y la industria manufacturera muestran un crecimiento más lento. La mejora en los ingresos reales y una incipiente reactivación del crédito también contribuyen a esta tendencia positiva. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), el índice salarial de octubre mostró un incremento del 4,6%, superando la inflación del 2,7%.
Consultoras como ACM y Equilibra ajustaron sus estimaciones, reduciendo la caída del PIB a un rango entre 2% y 2,9% para este año. Además, se espera que la economía crezca un 5% en 2025, siempre y cuando se mantenga la estabilidad fiscal y se eviten crisis externas. Sin embargo, el crecimiento sostenido dependerá de varios factores, incluyendo la situación económica en Brasil y los mercados globales.
«La economía se está recuperando en forma de ‘V’», afirmó el presidente Javier Milei en una entrevista reciente.
La reactivación económica de Argentina en el cuarto trimestre supera expectativas iniciales, con una caída del PIB inferior al 2,5%. La desaceleración de la inflación y la mejora salarial impulsan sectores clave, aunque el crecimiento sostenido dependerá de factores internos y externos.
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